miércoles, 12 de noviembre de 2014

¿Cómo, cuándo y por qué crece el músculo? (PARTE 2)

Buenas a todos,


Aquí viene la esperada segunda parte que continúa la publicación de la semana pasada. Es bastante más técnica, pero espero haberla explicado de una manera que quede a todos los lectores clara y os resulte suficientemente amena como para que la leáis hasta el final.

Decidí separar esta parte además de por la mencionada critica de mis queridos “editores”, seguro que alguno se aburre de leer tanta palabra “rara”, así al menos os pillo con más ganas hoy.

Intentaré ser lo más claro posible y entrar en detalle sólo lo justo para que lo entendáis y sepáis el porqué. No os creáis las cosas que os cuenten, ni las que os cuente yo, pedir siempre una explicación y usar la razón para decidir si os han convencido o no. Encontrareis cantidad de barbaridades y “mierda” por internet. Es bueno que leáis de diversas fuentes, contrastéis información, y hagáis un juicio objetivo con los datos que tenéis. El fitness (y el culturismo) es un deporte para usar el sentido común. Mis publicaciones están basadas en la experiencia, tanto personal, como de mis clientes (pues no todos reaccionamos igual al ejercicio o la dieta), y está fundamentada siempre sobre una base científica, a la que luego hay que aplicar la razón. Yo no tengo la verdad absoluta, pero en casos como este artículo, es así como os lo cuento. Claro que podría entrar más en detalle, pero con esto es más que suficiente para daros el conocimiento necesario para que podáis comprender el porqué de lo que os iré presentando publicación tras publicación. No leáis y digáis “¡vale!”. Os pido que leáis (releáis si es necesario), comprendáis y razonéis. Cualquier duda que os surja, aquí estoy para ayudar.


Dicho esto me dispongo a explicar los dos tipos de hipertrofia que existen en cuanto a tejido muscular (estriado) se refiere. Saber que se define hipertrofia como el crecimiento de cierto tejido debido al aumento del tamaño de las células que lo componen, y NO de su número (como ya mencioné en la parte 1).
Comenzaré diciendo que las fibras musculares son células alargadas y de sección circular y que el aumento del músculo se debe al aumento del diámetro de las fibras.
Iba a poneros otra imagen de una fibra muscular, más detallada que la del post de la semana pasada, pero todas las que he encontrado que me convencen están en inglés y no me planteo hacer una con el paint, apuesto a que quedaría bastante cutre. Así que intentare poner un ejemplo que sea visual, y no muy alejado de la realidad.


¿Sabéis lo que es una muñeca rusa? Son esas muñecas de madera huecas por dentro, de tal manera que en su interior albergan una nueva muñeca (más pequeña como es lógico), y ésta a su vez a otra, y ésta a su vez otra (el número de ellas es variable)…
Pues bien, imaginaros que nombramos a cada muñeca con un nombre técnico a fin de que entendáis que iríamos viendo si nos metemos más y más en las células musculares.
Conforme os explique en el artículo anterior. Los nombres serían los siguientes.

Músculo >> Fibra muscular >> Miofibrilla >> Sarcómero >> Filamentos actina y miosina.

Entenderéis entonces que si viéramos el músculo y lo abriéramos y lo estudiáramos “con una lupa” veríamos que está compuesto de fibras musculares. Si miráramos “con una lupa” de lente más grande veríamos muchas miofibrillas, que están compuestas de sarcómeros y si a éstas las pasamos “con una lupa” de todavía más aumentos veríamos que estos están compuestos de (uniones de) filamentos de actina y miosina.


Ahora centrémonos en las miofibrillas. Y aquí vuelvo con otro ejemplo. La mayoría de vosotros habrá visto alguna vez un cable de la luz. Esos que tienen muchos hilos de cobre en su interior. Ahora imaginaros que llamamos miofibrilla a ese cable, y que uno de los hilos de cobre esta hecho de pequeños empalmes de segmentos de cobre, unidos uno tras otro, longitudinalmente a través del cable. Bien, a cada uno de esos segmentos lo denominamos SARCOMERO, que a su vez estaría compuesto por los filamentos de actina y miosina (pero de estos últimos vamos a pasar de largo, por lo menos por ahora).

Así pues, los dos tipos de hipertrofia que hay son: hipertrofia miofibrilar (también llamada sarcomérica) e hipertrofia sarcoplasmatica. Ambas son, como dije en la parte 1, siempre consecuencia de un deseo por parte del cuerpo para adaptarse a condiciones en las que no ha sido capaz de estar a la altura.


¿Cuáles son esas condiciones? Pues a modo de resumen las separe, sin entrar más en detalle hoy, en dos. Tensión mecánica y estrés metabólico.


La primera viene como consecuencia de la tensión producida en el músculo por tener que hacer oposición a un esfuerzo mecánico. Levantar un peso entiéndase. Llegados a este punto, de nuevo imaginemos que yo me siento en el banco de press banca, y todo chulo cargo 120 kilos en la barra, tomo aire, saco la barra y me dispongo a hacer cuantas repeticiones pueda. El cuerpo no concibe que yo esté tumbado levantando ese peso para ponerme más fuerte o para lucir mejores pectorales. El cuerpo entiende que tengo ahora la barra encima del pecho y como no la levante, vamos a pasar apuros. Mi cerebro por medio de las NEURONAS MOTORAS ordena al músculo que haga su trabajo y levante ese peso hacia arriba. Lamentablemente el músculo no está a la altura de lo que le pide el cerebro, así que durante ese esfuerzo en el que he intentado subir la barra, la TENSION MECANICA era tan grande, que las miofibrillas han ido haciendo microroturas en el sarcómero y lo han dejado “con grietas”. Quizá si el sarcómero “hubiera sido más duro” podría haber soportado la tensión ¿No creéis? ¿Y cómo pensáis que puede un material dado aumentar su resistencia? Pues sin variar sus características, únicamente aumentando su grosor, y en este caso al ser de sección circular, su diámetro. Luego como consecuencia de la demanda no satisfecha de suficiente tensión mecánica para realizar cierto esfuerzo (de aquí que sea importante llegar al umbral de fallo, que no significa ir al fallo siempre, sino entrenar con la famosa INTENSIDAD) el cuerpo reacciona (si se ha entrenado, comido y descansado con criterio) ha aumentado la sección del sarcómero (y por consiguiente de la miofibrilla), a fin de que la siguiente vez tenga más posibilidades de ser capaz de realizar la tarea. Lógicamente esto pasa en centenas de miofibrillas, y al aumentar muchas de ellas su diámetro, como consecuencia el músculo, el que todos vemos con nuestros ojos, aumenta de tamaño.

Luego en resumen, y volviendo a nuestro ejemplo, imaginaros que doblamos y estiramos, doblamos y estiramos, así varias veces, nuestro cable, los hilos de cobre acabarían por romperse (en este caso probablemente a consecuencia del calor generado). Algo que se podría haber impedido si esos hilos tuvieran fueran más gruesos. No sé si lo habré explicado suficientemente bien, pero de haberlo hecho, tendría que haber quedado claro que es un simple proceso de adaptación para la supervivencia.


La otra posibilidad que tenemos es la hipertrofia sarcoplasmática. Antes de seguir, para quien no lo sepa el plasma es una mezcla entre líquido y gas que no posee equilibrio electromagnético. Para nuestro caso de hoy, nos vale con pensar que es un líquido en el que están diseminados todos los orgánulos celulares (núcleo, citoplasma, mitocondrias, ribosomas, aparato de Golgi...todo eso que dimos en biología en la escuela).

Bien. Otra vez a imaginar. Imaginad que me pongo ahora a hacer sentadillas sin peso alguno. Como las que os mando hacer a todos cuando empezáis en mi gimnasio. Pues en mi caso como ya tengo el músculo bien entrenado, este recibe el mensaje de la neurona motora, y dice “¡esto está chupado!”. La tensión mecánica no supone una barrera infranqueable ahora pero el músculo ha hablado muy pronto, porque la física no engaña, y por mucho que tu coche pueda correr a 200 km/h, como no tenga gasolina no te va a llevar a ningún lado. Y el cuerpo (en este caso el músculo) necesita gasolina. En concreto energía química para convertirla en energía mecánica. Así que cuando llego a la repetición trescientos las piernas me dicen que basta, y me caigo al suelo. En este caso la demanda que no ha sido satisfecha ha sido la demanda energética debido a que el estrés metabólico (el estrés de los procesos químicos que lleva a cabo el organismo) no ha estado a la altura. ¿Consecuencia? Necesidad de adaptación, o la siguiente vez el león nos coge y nos come. ¿Cómo se produce? Pues en la célula hay unas centrales de reserva de energía llamadas mitocondrias (hay más orgánulos que pueden almacenar y producir energía en la célula, pero este es el principal) que están hay flotando en ese plasma celular. El organismo en toda su inteligencia, ordena multiplicar ese número de mitocondrias (y algunos otros orgánulos que no voy a mencionar) para que la siguiente vez que me toque realizar la tarea tenga posibilidades de completarla. Y si lo que aumenta son las mitocondrias y otros orgánulos, ¿por qué no se llaman hipertrofia “mitocondrial u organular”?. Pienso que queda explicado con otro ejemplo tonto. Si tenemos un plato de sopa con cien fideos hasta arriba de caldo, probablemente no se golpeen unos con otros y todos floten a sus anchas en ese rico caldo. Pero si en vez de cien, tenemos cien mil, entonces tendremos un problema si queremos que no se golpeen unos con otros. ¿Qué podemos hacer que no sea reducir el número de fideos? Pues coger una cazuela enorme, echar ahí la sopa y rellenar con mucha agua. ¡Eureka!


Ahora cambiar fideos por orgánulos celulares, agua por plasma y entender que en vez de cambiar plato por cazuela, la célula se hinchará como un globo. Eso es lo que hace el organismo, que es más listo que nosotros. Aumenta el plasma celular para que todos esos orgánulos puedan operar tranquilos sin molestarse unos a otros. Y de nuevo es lógico pensar, que si aumentamos el líquido intracelular, aumenta el tamaño celular y en consecuencia los músculos que tenemos serán más grandes. 

Mi objetivo es que después de esta explicación, le deis unas cuantas vueltas y comprendáis que el crecimiento muscular no es mas que una adaptación del organismo a un estrés exterior provocado por un habito, en nuestro caso, hacer ejercicio. Dedicarle un rato y pensar si para vosotros tiene sentido o no. Esperemos que todos respondáis de manera afirmativa.


Gracias por vuestro tiempo, ¡¡un saludo!!

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